lunes, 19 de mayo de 2008

Aumentan las horas lectivas de religión


Los nuevos horarios, publicados ayer en el DOGV, confirman la decisión que avanzó el Consell de incrementar la carga horaria de la asignatura de Religión en cuanto tuviera que hacerse efectiva la inclusión obligatoria de la nueva materia de Educación para la Ciudadanía. Por compensar, entiendo, y defender la inocencia de los estudiantes, no sea que les de por dar importancia a los valores y derechos fundamentales.

Las fuerzas sindicales reclamaron en un momento inicial que se recortaran a la mitad las horas dedicadas a Religión para no influir en ninguna otra materia, pero ante la firme postura del Consell terminaron por pedir que sólo se redujeran en una hora las clases de Religión para destinarla a Tecnología.

En la Comunidad Valenciana no dejamos de sorprendernos, algunos andarán frontándose las manos, otros no damos crédito.

Eliminan la asignatura de tecnología y añaden horas para religión en Educación Secundaria.

Pensemos que esta medida además de incongruente con el estado en el que vivimos, supone que aquéllos niños y niñas que no cursen religión, perderán un par de horas, dentro del horario lectivo, haciendo... nada. Sacrifican además la asignatura de tecnología, lo cual clama a ese cielo en el que pretenden que lleguemos a la fuerza.

En otras comunidades, según leo, sacrifican, no solo EpC, sino asignaturas tales como Historia y Geografía, Filosofía y Educación Física.

Es enorme la la influencia de las sotanas por estos lares, y de las asociaciones de enseñanza privada y religiosa. Así, podemos leer que para promover la enseñanza de Religión en los centros educativos, la Conferencia Episcopal Española ha elaborado diversos materiales, como carteles y folletos de promoción de la asignatura en los que enumera las aportaciones de la formación religiosa y moral.

Curioso me resulta que se aumente (en vez de desaparecer) la presencia de la religión en horario escolar y se elimen otras asignaturas, que aportan conocimiento y formación, y no creencias y dogmas impuestos, cuando el nivel de formación de los jóvenes cae al 61,1%, el más bajo desde el año 1995.

Pero sigamos adoctrinando, al menos, según dicen las malas lenguas, la religión nos hará más felices. Será por aquello de que "la ignorancia es la mayor fuente de felicidad".

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