En El País.com, ed. Comunidad Valenciana, podemos leer un artículo sobre la objeción de conciencia que, desde mi punto de vista, dice más de cuatro verdades sobre la hipocresía de los que la utilizan para imponer sus creencias más irracionales. Como muestra, las razones para la objeción a la asignatura de Educación por la Cuidadanía.
"(...)Porque la objeción de conciencia no puede ser un pretexto ni un refugio que permita realizar en privado lo que reniega en público. Eso no es dignidad moral, sino un temible ejercicio de hipocresía profesional, por lo demás, bastante extendido.
La objeción de conciencia a la asignatura de Educación por la Ciudadanía, ¿en qué consiste? En que los clérigos y algunos padres que ojalá lo hubieran sido temen que los que toman por sus adolescentes se conviertan andando el tiempo en una cuadrilla de descreídos. Pero, descreídos ¿de qué? ¿De los valores de la convivencia, de la educación en democracia, de que no existe una religión única en este mundo? Si se puede objetar con éxito contra todo eso (cuando los padres que llevan a sus hijos a colegios concertados no objetan en general contra una asignatura tan peligrosa y fantasiosa como es Religión), cualquier padre con ganas de embroncar y de imponer sus creencias a sus hijos puede objetar que Conocimiento del Medio se oriente más hacia el evolucionismo que hacia el creacionismo.
Por ahora. La conciencia no objeta: son las personas, convertidas en personajes, a veces trágicos, de sus disparatadas creencias objetuales."